Ha llegado la revolución sindical a Galicia en la Policía Nacional, un movimiento que ha cogido a los sindicatos policiales a pie cambiado y que nunca se esperaban, pero que ha llenado de ilusión a los agentes de este cuerpo policial.
Ante la postura cómoda de unos, la desilusión de otros en los que habían puestos sus esperanzas y la falta de iniciativas en un sector muy castigado por las medidas del Gobierno que los relegan a ser una policía de segunda, se ha producido un movimiento que ha cargado de ilusión a los agentes y en el que están depositando sus esperanzas de presente y futuro, sólo el tiempo le dará o quitará la razón.
Y es que a finales del mes pasado y motivadas por las diferencias irreconciliables con su organización sindical a nives nacional y regional, la totalidad del comité sindical policial de referencia en la provincia de Pontevedra, dirigido por Carlos Rodríguez Losada y Agustín Vigo presentaban su dimisión en bloque, dejando descabezada al sindicato UFP en esta provincia.
Es este el momento del nacimiento de un nuevo proyecto en el sector sindical policial de Galicia, y es que Víctor Vigil, Secretario General nacional de la Confederación Española de Policía (CEP) y Borja Varela, Secretario Regional en Galicia de este sindicato policial no dejaron escapar la oportunidad, e impidieron la pérdida de unos representantes sindicales y valores seguros en los que la mayoría de los agentes policiales habían depositado sus esperanzas de cambio, “fichando” así al equipo de Carlos Rodríguez Losada y Agustín Vigo para iniciar una nueva etapa sindical en Galicia.
De la mano de Borja Varela Ramil nace una nueva etapa sindical en la comunidad gallega, en la que Carlos Rodríguez (responsable del sindicato en la provincia de Pontevedra) y Agustín Vigo (portavoz del sindicato CEP en Galicia y responsable del mismo en la ciudad de Vigo), ponen el puno diferencial, y es que por algo han sido y son el referente de los agentes policiales en la provincia de Pontevedra, y es que pese a poder estar liberados, ellos siguen, como todos estos años, y día a día, en sus puestos de trabajo, codo con codo con sus compañeros, sufriendo igual que ellos sus turnos de trabajo y las carencias de material y medios humanos, de ahí su éxito, poder contarlo de primera mano mientras otros lo miran desde la lejanía de la silla de un despacho, “y es que quitarse unos días la liberación sindical para hacer publicidad de lo que te queda bien el uniforme, o ponértelo sólo para actos de gala sólo es una actividad publicitaria”, remarca un agente.
Esta nueva etapa sindical ha sido un llamamiento masivo, un éxito sin precedentes en el mundo sindical, y es que en escasos quince días más de 200 agentes han se han unido a este nuevo proyecto, agentes llegados de todos las siglas y colores, para desde este nuevo comité intentar cambiar las cosas con un nuevo e ilusionante proyecto, y donde sus representantes no sólo son un referente como referentes sindicales, si no como compañeros.
Un movimiento que no sólo se ha producido en la provincia de Pontevedra, si no también en Coruña, Lugo y Orense, donde docenas agentes también han visto con ilusión la nueva etapa liderada por Borja Varela Ramil.
Un nuevo proyecto permeable, donde estos responsables sindicales mantienen una apuesta clara por permear la labor de los policías hacia la sociedad, para que la puedan ver y acercarse más a ella, “aquello que se conoce se valora más y se tiene más en cuenta”, consideran fundamental el apoyo de la sociedad a un trabajo tan difícil como el que realizan los policías. Su apueste es clara, dar a conocer desde los medios de comunicación, asociaciones y partidos políticos el día a día de su trabajo, sus carencias y éxitos, y hacerlos de primera mano, la experiencia que da estar día a día en sus puestos de trabajo y no contarlo de oídas.
Un éxito que no ha tardado en llegar, y es que en tan sólo unos pocos días, este sindicato se ha convertido en la referencia sindical policial en Galicia, logrando ser ya el sindicato mayoritario en plantillas tan importantes como la de la ciudad de Pontevedra, creciendo en todas las demás en una evolución que a día de hoy parece no tener freno.