Un ambiente profesional con los espacios bien distribuidos, sillas de escritorio ergonómicas para los trabajadores y una decoración coherente con la imagen de marca son algunos de los resultados que deben obtenerse si se realiza bien toda la fase de diseño.

Qué debes tener en cuenta para amueblar una oficina

Para lograr los mejores resultados en el espacio disponible, antes de decidir los muebles y la distribución, es necesario que conozcas algunas ideas a considerar. No todas las empresas tienen las mismas necesidades, pero existen generalidades que en casi todos los casos deben cumplirse. 

• Distribución de los lugares de trabajo. Si dispones de un espacio muy grande, sin separaciones, debes pensar en cómo distribuirlo para colocar cada puesto de trabajo y a cada departamento. Si no quieres realizar obras de albañilería, puedes instalar mamparas de separación, que es una opción muy útil. Estos elementos se instalan muy fácilmente y contribuyen a crear una sensación de amplitud que es especialmente importante en los lugares más pequeños o con escasa luz natural.
• Opta por muebles funcionales. Aunque es normal que la estética sea lo que nos atraiga en un primer momento, no debemos olvidar que lo más significativo es que la oficina sea cómoda y práctica para el trabajo diario. En esta línea, debes considerar las necesidades de almacenamiento o espacio de cada trabajador.
• Apuesta por la sencillez. No incorpores demasiados objetos de decoración ni recargues los espacios con muchos muebles. La limpieza visual contribuye a la mejora de la productividad y facilita el desarrollo del trabajo diario.
• Recuerda que el estilo debe ser coherente con tu imagen de marca y no te olvides de seguir prácticas sostenibles. Puedes utilizar los colores corporativos para algunos detalles o instalar vinilos con el logo, por ejemplo. También es importante apostar por materiales sostenibles, ya que ese compromiso con el medio ambiente, además de ser necesario por la situación del planeta en la actualidad, será valorado por clientes y trabajadores.

Crear una oficina es un proyecto único

El diseño de una oficina debe ser planteado como un proyecto completo, teniendo en cuenta desde el principio el total de todas las fases. Una vez que tengas claro cada paso de todo el proceso es cuando debes ponerlo en marcha. Esto facilitará que no aparezcan imprevistos que compliquen lograr el resultado esperado.

Obviamente, siempre surgirán cambios durante el desarrollo, pero lo ideal es tener la mayor parte de las situaciones previstas para responder rápidamente y que sea un proceso ágil. 

Para conseguir como resultado una oficina con un estilo coherente, funcional y profesional, debes plantear el diseño como un proceso bien planificado y ejecutado, considerando todos los detalles que hemos compartido. Una vez conseguido todo esto, es hora de llevar a tu empresa al éxito. 

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