Los brazos robóticos revolucionan el tejido industrial en pro de la automatización

La revolución industrial fue uno de esos fenómenos que supusieron un punto de inflexión en la historia de la humanidad. Desde que se produjo la primera, a finales del siglo XVIII, llegaron otras tantas para continuar con el progreso en términos sociales y mercantiles. En la actualidad, estamos siendo testigos de un nuevo giro de 180º dentro de las empresas que trabajan en este ámbito corporativo. Y es que la llegada de la robótica se ha convertido en un auténtico fenómeno empresarial que conviene tener muy presente, invirtiendo en aquellos dispositivos que, como los cobots, han llegado para quedarse.
Publicado por o día 07/12/2023 na sección de Empresas

Los brazos robóticos revolucionan el tejido industrial en pro de la automatización

Qué son los brazos robóticos

Los brazos roboticos se han posicionado rápidamente como una de las inversiones más destacadas para el tejido industrial moderno. Hablamos de unos dispositivos capaces de resolver de forma automatizada una larga lista de funciones que, hasta la fecha, estaban en manos de los operarios. Unas máquinas de última generación que se programan para que trabajen a pleno rendimiento y disparen el rendimiento corporativo.

También conocidos como robots colaborativos o cobots, estos aparatos vieron la luz a principios de siglo. No obstante, hasta no hace tanto quedaban como meros prototipos, esperando a que la evolución tecnológica les diera su espacio en el entorno industrial. Bien, pues esto ya ha sucedido y cada vez son más las empresas que se dan cuenta de su enorme potencial. Unas maravillas de la innovación tecnológica que reúnen todas las características que se espera de una inversión de este nivel.

Características de los cobots

Si bien es cierto que la calidad de los cobots depende transversalmente del rigor empresarial del fabricante, conviene valorar aquellas características comunes a los mejores modelos. Una serie de prestaciones que sirven para evidenciar lo inteligente que es dar este salto no hacia el futuro industrial, sino hacia el presente. ¡Hazlo antes de que tu corporación se quede obsoleta y abrumada por el acelerado ritmo del mercado!

En primer lugar, hay que señalar que estos dispositivos son realmente sencillos de instalar, acelerando los procesos de integración y adecuación a los nuevos métodos productivos. De igual modo, resultan fáciles de programar, siendo una gestión que podrán realizar tus operarios en cuestión de minutos. Todo ello sin dejar de lado valores como la flexibilidad o la seguridad, siendo aptos para diferentes tipos de industrias. Lo cual demuestra su peso en las empresas modernas.

Industrias que ya hacen uso de los cobots

Como hemos visto, una de las principales características de los cobots más avanzados es su flexibilidad a la hora de adaptarse a las necesidades de diferentes industrias. Por consiguiente, queremos valorar algunos de los sectores que ya han incorporado los brazos robotizados a sus dinámicas rutinarias.

En este punto, la industria alimentaria, química y científica sacan partido a los cobots como fruto de su impacto en los controles de calidad, mejorando la producción de aquello que llevan a cabo. En el caso de la industria de la automoción, la del metal o la de la electrónica, los brazos robot son capaces de cumplir funciones como la soldadura, el ensamblaje de piezas o el moldeo por inyección. Una serie de prestaciones que harán que tu empresa, sea del sector que sea, disfrute de todas las ventajas de dicha tecnología.

Ventajas de los brazos robot

Pero, ¿cuáles son exactamente estas ventajas? Llegados a este punto es probable que ya hayas sacado tus propias conclusiones. Sin embargo, en aras de despejar posibles dudas, pasamos a valorar los principales beneficios de invertir en robots colaborativos para la industria.

Puesto que los cobots cumplen de forma automatizada con labores repetitivas y de bajo valor añadido, elementos como el aumento de la eficiencia productiva y la reducción de riesgos (algo también asociado a su capacidad de realizar tareas no ergonómicas) se ponen de manifiesto. De esta forma, el incremento de la competitividad corporativa es más que evidente. Todo ello sin dejar de lado el resultado de todas las ventajas de los espacios colaborativos: la optimización de la rentabilidad. Una inversión con retorno económico rápido que no puedes seguir posponiendo.

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