Es posible que la mayoría de las veces no necesitemos una alfombra hecha a medida. Sin embargo, habrá muchas otras ocasiones en las que una alfombra a medida nos traerá muchísimas ventajas, y es importante ser conscientes de ello y conocerlas.
El mercado está lleno de alfombras de medidas estándar, en tal cantidad y profusión de medidas, materiales, colores y texturas que el límite es la imaginación.
¡Y aún así, muchas veces no es suficiente!
Y no es que el mercado sea pequeño, sino que nuestras necesidades pueden ser tan variadas como imprevisibles, de ahí que haya que echar mano de la confección a la medida.
Confeccionar una alfombra a medida es como ir al sastre o a la modista en lugar de comprarte la ropa en la tienda. Puede parecer raro, pero saldremos ganando, y si hablamos de alfombras, el coste no tiene por qué ser mucho más elevado.
Ocasiones en las que necesitaremos una alfombra hecha a medida
Las medidas y acabados estándar de alfombras cubren infinidad de necesidades, pero podemos citar otros casos en los que no es así. Por ejemplo:
- Cuando las medidas estándar no nos encajan.
Las alfombras suelen tener una proporción determinada entre largo y ancho (aunque es muy variable, aproximadamente una relación 4:3)
Eso significa que si queremos una alfombra de medidas cuadradas (mismo largo que ancho), o redonda, o muy alargada, será difícil encontrarla hecha en el mercado.
- Cuando queramos formas especiales.
¿Necesitas salvar una columna? ¿Doblar una L en un pasillo? ¿Acomodar una alfombra a una esquina? ¿Que el borde de la alfombra acompañe la curva de una pared?
Hay infinidad de motivos por los que necesitaremos una alfombra con forma irregular, y la única manera de conseguirla es confeccionarla a la medida.
- Cuando queramos jugar con los remates.
Una de las ventajas de las alfombras hechas a medida es que la variedad de formas de rematarla es casi inagotable.
Ribetes de hilo, cintas de diversos anchos, texturas colores y calidades, dobladillos, y otras muchas posibilidades multiplican las opciones, pudiendo crear alfombras con remates muy diferentes partiendo de la misma textura.
- Multiplicar las opciones de texturas y colores.
Si bien la variedad de alfombras de medidas estándar puede ser apabullante, nada como una alfombra hecha a la medida para comprobar hasta donde da de sí el mercado.
Solo en alfombras lisas, de pelo, encontraremos infinidad de materias primas disponibles, con hilos más largos, cortos, finos, gruesos, brillantes, mates, sueltos, compactos… y así hasta el infinito.
Igualmente encontraremos para cada modelo elegido paletas de colores amplísimas, de hasta 15 ó 20 tonos, algo imposible virtualmente de encontrar en alfombras de medidas estándar.
Y podemos multiplicar esto por otros numerosos tipos de alfombras a medida: polipropileno, vinílicas, de exterior, etc.
Tu tienda especializada, tu mejor aliada
Combinando todo lo anterior verás que literalmente no existe límite a la hora de conseguir la alfombra perfecta para tus necesidades específicas.
Pero si te parece apabullante elegir entre tanta variedad, recuerda que tu tienda especialista está para ayudarte, estudiando tus necesidades para reducir las opciones y facilitar la elección.
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